En estas épocas tan turbulentas en las que sólo se van oyendo malas noticias, de engaños, estafas, desahucios, extorsiones en el plan económico, político y otrossssssss, que parece que los malos rollos no sé acaban, como el invierno que no acaba de irse. He recuperado un antiguo mensaje muy a tener en cuentas en estos momentos.
LA FELICIDAD EN EL TRABAJO
Sííííííííí, habéis leído bien, la felicidad en el trabajo. Por lo que se lee, está dejando de ser una utopía para convertirse en una realidad y sino leer el artículo publicado hace 2 días en el Diario de Mallorca. Ojalá se contagien muchas empresas de esta iniciativa.
EMPATÍA, ABRAZOS Y ECONOMÍA
Es interesante ver el vídeo para descubrir cómo pueden llegar a estar relacionados la empatía, los abrazos y la oxitocina. ¿Puede llegar a ser una nueva forma de empezar a cambiar el mundo y la economía, para salir de esta situación tan complicada?
http://www.ted.com/talks/lang/es/paul_zak_trust_morality_and_oxytocin.html
PAUL ZAK, un pionero en el campo de la neuroeconomía, ha descubierto cómo la hormona oxitocina promueve la confianza, y demuestra que promueve el amor y es bueno para los negocios.
Paul Zak dice qué cuando se piensa en cómo gran parte del mundo trabaja con un apretón de manos, y en ¿por qué la gente coopera ?es una gran pregunta. Paul Zak, investiga la oxitocina, un neuropéptido que afecta a nuestras interacciones sociales cotidianas y nuestra capacidad de comportarse de forma altruista y cooperativa, la aplicación de sus conclusiones interesante para descubrir la forma en que tomamos decisiones. Un pionero en un nuevo campo de estudio llamado neuroeconomía, Zak ha demostrado que la oxitocina es responsable de una variedad de comportamientos virtuosos en los seres humanos como la empatía, la generosidad y la confianza. Sorprendentemente, también ha descubierto qué las redes sociales provocan la liberación de la misma oxitocina en el cerebro – lo que significa qué el e-conexiones son interpretados por el cerebro como las conexiones en persona.
Un profesor de la Claremont Graduate University en California del Sur, Zak cree que la mayoría de los seres humanos están biológicamente conectados a cooperar, pero que las empresas y la economía ignorar los fundamentos biológicos de la reciprocidad humana, riesgo de pérdida: cuando los niveles de oxitocina son altos en los sujetos, la generosidad de la gente con los extranjeros se incrementa hasta el 80 por ciento, y los países con mayores niveles de confianza – un crimen más bajo, mejor educación les va mejor económicamente.
Él dice: «La civilización depende de la oxitocina, no se puede vivir rodeado de gente que no conoces íntimamente a menos qué tenga algo qué dice “en éste se puede confiar, y en éste no se puede confiar».
Y yo os pregunto ¿cómo puede afectarnos en la toma de decisiones en un momento concreto, esta liberación de oxitocina? Creo que es conveniente tenerlo muy en cuenta, pues podemos tomar decisiones de las que pasada la «descarga» de oxitocina nos arrepintamos.
Un enlace interesante
Hola, os pongo el enlace de Mario Alonso Puig, famoso conferenciante y cirujano, al que he tenido el placer de conocer personalmente y asistir a alguna de sus conferencias. Me parece muy interesante y en estas épocas de «CAMBIO», considero importante tener en cuenta, sus artículos y su libro «Madera de líder», aunque ha publicado recientemente otro.
LA CRISIS DURA SIEMPRE
Quiero de alguna forma despedir el año con una gran dosis de optimismo, aunque motivos para lo otro quizás no nos falten a ninguno, pero teniendo en cuenta que el 10% es lo que nos pasa y el restante 90% es lo que hacemos nosotros con lo que nos pasa. VAMOS A ELEGIR SER POSITIVOS, y para esta despedida de año se me ha ocurrido poner el párrafo de una lectura publicada por el periódico “5 Días” que la pondré completa al final y allí os daré más datos de ella.
De momento me gustaría que una vez leída dijerais más o menos en qué fecha creéis que se ha publicado, y dierais vuestra opinión al respecto.
“La constatación de que la crisis dura siempre no significa que se acaben las oportunidades. Todo lo contrario. Dentro de cada crisis hay una oportunidad escondida que requiere nuevas formas de producir y de vender, un nuevo estilo en la dirección y la gestión, cada día más participativo y volcado al cliente final. Tanto la tecnología como el capital humano de las empresas es más potente y capaz que nunca lo fue antes; lo que falta es la habilidad para extraer lo mejor de esos activos».
… y ahora, ¿quieres saber de cuando es este artículo?, …, pulsa aquí.