Por ello es tan importante, que en momentos de incertidumbre, como los que estamos viviendo actualmente, tengamos distintas expectativas, unas relacionadas con nuestros trabajo por supuesto, pero otras relacionadas con lo que nos gusta, procurando disfrutar de nuestras aficiones o buscárnoslas sino las tenemos, con las que distraernos y disfrutar, como nuestra familia, una buena película, una amena conversación con amigos, un interesante libro, un entretenido partido, un paseo por la naturaleza, ya sea por el campo o la costa, lloviendo o con sol, o una ajetreada mañana de tiendas, ya sea comprando o simplemente viendo escaparates. Porque es importante lo que ocurre en nuestro entorno, pero más importante es, como procesamos nosotros esa información; es decir que hacemos con “eso” que nos ocurre.
Hace unos meses leí un artículo del famoso cirujano y conferenciante Dr. Mario Alonso, en el que comentaba: “se ha comprobado por estudios neurocientíficos, que en situaciones de incertidumbre se activan las mismas partes del cerebro que se ponen en funcionamiento cuando uno siente que está a punto de morir. En consecuencia, toda la corteza prefrontal de nuestro cerebro, que es la responsable de la resolución de problemas, de la creatividad ante nuevas situaciones aparentemente sin solución, experimenta un menor riego sanguíneo. Es como sí, ante las circunstancias complicadas, el ser humano decidiera que donde tiene que poner todo su peso es en evitar sufrir y no en buscar el ganar. Y ahí está lo que verdaderamente nos limita porque si tomamos esa actitud toda nuestra capacidad de ver las cosas con claridad queda absolutamente anulada”
Por ello lo importante es distraernos, salir de nuestro pozo en el que todo lo podemos ver negro. Buscar otros focos de atención más amenos, distintos de la inquieta incertidumbre que nos pueden producir nuestras vivencias o las noticias del día a día y recordar que yo puedo elegir más de lo que en un principio puedo creer.
Que los límites, en muchos casos, son más mentales que físicos (ver entrada del mes de noviembre de límites y limitaciones) y que posiblemente tengamos que cambiar la vieja frase de “sino lo veo no lo creo” por LO VEO Y POR LO TANTO LO CREO, y empezar a ver oportunidades, colores, donde antes veíamos incertidumbre y grises.
Nosotros podemos elegir al levantarnos como queremos que sea este día, y casi seguro que si quiero un día de colores, aunque esté lloviendo lo tendré, pues seré capaz de ver ese arco iris que se adivina entre las nubes.
Así que como decía aquella canción “Hoy puede ser un gran día, date una oportunidad, aprovecharlo o que pase de largo depende solo de tí……..»
Deja una respuesta