Una palabra que nos puede cambiar la vida, mucho más de lo que imaginamos si empezamos a tenerla en cuenta.
Pensar por ejemplo, en cualquier acontecimiento que os haya ocurrido esta mañana, quizás que al ir a coger el coche tuvierais otro aparcado en doble fila. El primer pensamiento es posible que haya sido “&¿?¡?& ”insultos o exclamaciones varias”
¿Y que sentimos en ese momento? Pues una furia inmensa y es posible que en nuestro estomago empecemos a sentir una especie de ardor que nos recome.
Justo en ese momento aparece el dueño ¿cómo actuamos? posiblemente como algo que es mejor no poner ni nombre, encarándonos con él, de no muy buenas formas, y sí somos capaces de escuchar lo que nos dice, es posible que haya tenido que aparcar así por cualquier imprevisto que le haya surgido, imaginaros que sintió una sensación de mareo y decidió bajar del coche y sentarse en la acera, pues estaba a punto de marearse al sentir un fuerte dolor en el pecho, al lado del corazón. Es posible que en ese momento sintamos una gran vergüenza por lo que hemos dicho y le atendamos con mucho cariño, pero lo dicho, dicho queda.
En este caso no hemos sido capaces de controlar nuestros actos porque no hemos controlado nuestros pensamientos y estos nos han desbordado.
Os propongo recordar una palabra, que aunque todavía no viene en los diccionarios, es posible que la incorporen antes de lo que podamos pensar, y esta es PENSENTIR, Fijaros, ante cualquier acontecimiento que nos ocurra, nosotros no podemos hacer nada, ese acontecimiento no podemos cambiarlo, pero sí podemos cambiar nuestra forma de actuar ante ese acontecimiento ¿Cómo? Pues sí cambiamos nuestra forma de pensar ante lo que nos ha sucedido, nos daremos cuenta de que también hemos cambiado nuestra forma de sentir; es decir, el sentimiento que tal pensamiento me produce y por el cual actuó, es de una forma totalmente distinta a como lo haría sí hubiera actuado bajo el impulso de mi primer pensamiento por lo que me sucedió.
Por lo tanto, tenemos que darnos cuenta de que ACTUAMOS en un 99% de las ocasiones, por lo que PENSAMOS, NO por lo que nos sucede y sí quiero puedo CAMBIAR MI FORMA DE PENSAR, pues es MI decisión, y dentro de las pocas cosas para las que soy totalmente libre, una de ellas es, PARA DECIDIR QUE PIENSO ANTE CUALQUIER ACONTECIMIENTO DE MI VIDA, Y EN FUNCIÓN DE ESTO ASÍ ACTUARÉ.
Y con hacerlo el 95% de las veces, ya habré empezado a cambiar mis actos, y dejo el 5% para esos momentos que no he podido o mejor dicho sabido o mejor todavía QUERIDO controlarme, y así al menos empiezo a asumir MI RESPONSABILIDAD ante la vida y lo que hago y lo que digo, Y EMPIEZO A SALIR DE MI ZONA DE CONFORT (que de esto ya os contaré otro día).
Mis felicitación por este post que como la autora señala: en la mayoria de las cocasiones nos dejamos guiar por la rapidez, pues si realmente analizasemos lo que nos ocurre, nuestra actuacion seria sin duda mejor…o al menos más reflexiva,
Me encanta esa palabra: PENSENTIR!! Además es algo, que practicándolo (si quieres hacerlo realmente, sin echar la culpa de «no he podido controlarme» a las circunstancias, a la otra persona…), te vas dando cuenta, que tu forma de actuar, cada vez es más positiva y más abierta a las explicaciones de las demás personas, al final es… ese respeto hacia las demás personas y hacia ti misma. Gracias por enseñarnos esa palabra!!
Es una palabra que te conecta con el yo y con el ahora. No nos damos cuenta de que no podemos evitar pensar, cada instante de nuestra vida y el ser consciente de esos pensamientos, nos hace un poco más libres.
Gracias Pilar